30 de junio de 2016

¿Quién es Carlos Arturo Velandia y quién fue Felipe Torres?



El pasado lunes 20 de junio fue detenido en el aeropuerto El Dorado Carlos Arturo Velandia, más conocido por su nombre de combatiente en el Ejército de Liberación Nacional - ELN, Felipe Torres. Carlos, oriundo de Bucaramanga, es miembro de una familia muy numerosa, tiene 13 hermanos, de los cuales el menor, fue secuestrado y desaparecido. Estudió su secundaria en un colegio histórico con mucho peso en la historia de los santandereanos, el Colegio Santander en Bucaramanga, situado al lado de la Universidad Industrial de Santander, por lo que el ambiente del movimiento estudiantil revolucionario de los 60´s lo impregnó desde muy joven. 

Fue admitido a la carrera de Medicina en la UIS y es como activista estudiantil que inicia el camino que lo llevaría a convertirse en guerrillero. Comenta él en la entrevista realizada por Jaime Jaramillo “La palabra sin rejas”, como es este paso del activismo estudiantil a formar parte del Ejército de Liberación nacional “empiezan a hacerme llegar documentos, principalmente clandestinos, hasta que llega un momento en que una persona me contacta y me plantea la vinculación, una vinculación que yo la estaba deseando. Cuando me plantearon ¿Usted quiere ser del ELN? Me emocionó, me impactó mucho, me impactó primero que me lo estuvieran proponiendo y me conmocionó la posibilidad de ser un revolucionario en las filas del ELN. Desde luego dije que sí”. 

Ingresó al ELN en los años setenta una época en que esta guerrilla se debatía en medio de una grave crisis. Acababa de pasar la catástrofe de la operación Anorí en la que muchos combatientes murieron o fueron capturados; y la precariedad de combatientes les hizo perder influencia en el territorio nacional. Para el año de 1978, tenían un poco más de 30 guerrilleros divididos en dos estructuras, uno en el oriente del país en la sierra motilona y otros en el nordeste de Antioquia y el bajo Cauca. 

Es en este trajín de recuperar y fortalecer a la insurgencia, que Carlos, ya en ese entonces asumiendo la identidad de Felipe, asumió diversas tareas en “masas”, en lo militar y otras labores. Fue por su compromiso y destreza para el análisis político que llegó a ser Miembro de la Dirección Nacional. 

El 24 de junio de 1994 fue capturado por la XIII Brigada en un establecimiento comercial del sur de la ciudad de Bogotá. El Ejército informó oficialmente que Felipe se encontraba en Bogotá trabajando en la organización de los Comandos Populares del Eln y las Milicias Populares de esa organización subversiva.

Según el diario El Tiempo, Felipe Torres era el cuarto hombre de la organización del Eln, después del cura Manuel Pérez y de Nicolás Rodríguez Bautista, Gabino, a pesar de no haber formado nunca del Comando Central, máximo órgano del ELN. Sin embargo, informaron que sí habría pertenecido a la Comisión Militar Nacional y habría liderado los Comandos Urbanos y los frentes Camilo Torres, Compañero Tomás y Compañía Anorí.

Luego de su captura, fue llevado a la cárcel La Modelo de Bogotá. Decía Carlos en la entrevista a Jaime: “llegar a la cárcel para mi significó una experiencia muy compleja, en un comienzo muy traumática, porque yo estaba más preparado en mi estructura mental para morir en combate que para caer preso”. Para el momento en el que se encuentra preso, junto con Pacho Galán, las cárceles vivían una problemática de hacinamiento –que aún perdura- bastante crítica, por lo que las revueltas y desobediencia de todos los presos se convirtió en algo común del sistema penitenciario, llegó un momento en el que habían veintiocho alzamientos en un mismo día en todas las cárceles del país, entre ellas la cárcel Modelo. Durante estas protestas de los internos, Felipe Torres, como era conocido en esa época, intermedió para lograr el acuerdo que permitiera mayor tranquilidad en la cárcel, a solicitud del entonces Ministro del Interior, Horacio Serpa. 

Estando preso en la cárcel de Itagüí, fue vocero para los acercamientos de paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y el ELN. Salió con permiso del gobierno a Suiza, Cuba y Costa Rica. El primer viaje que realizó en la labor de paz fue a Río Verde, en el oriente antioqueño, allí paso tres días y cuatro noches debatiendo sobre la Convención Nacional y su alcance programático para la construcción de una paz negociada; luego de esta labor pedagógica, él y Pacho Galán regresaron a la cárcel de Itagüí dando muestras de confianza al gobierno nacional. El segundo viaje fue a Ginebra, Suiza en donde se convocó la realización de un encuentro con el propósito de tratar la necesidad de construir un gran consenso nacional para la paz; posteriormente viaja a San José de Costa Rica con motivo de un encuentro nacional e internacional para tratar los asuntos de inclusión de la sociedad civil en el proceso de paz. Y finalmente viajó a La Habana, a la cumbre de la paz.






Luego de estas gestiones, también fue vocero del ELN para los acercamientos entre esa insurgencia y el gobierno de Uribe. En el marco de esas gestiones, el presidente Álvaro Uribe Vélez ofreció en septiembre de 2003 el indulto y la libertad a "Felipe Torres" y Pacho Galán sí entraban en un proceso de desmovilización y entrega de armas, es decir, si renunciaban al ELN. Esta propuesta fue rechazada por ambos en una carta que hicieron pública el 6 de octubre del mismo año, en ella afirmaron: "No hemos renunciado, ni renunciaremos a ningún principio de la organización, porque no nos debemos a nosotros, nos debemos a ustedes y la estrategia política del ELN”. 

No obstante, un mes después, el 8 de octubre de 2003, Felipe salió en libertad, no por un acuerdo con el gobierno sino por haber cumplido una condena de 20 años por terrorismo y rebelión. Obtuvo una reducción de pena de 32 meses por estudio, trabajo y buena conducta en la cárcel. Para recuperar la libertad, también tuvo que pagar una fianza equivalente a $309.000 de la época. 

Al salir de la cárcel de máxima de seguridad de Itagüí afirmó ante los medios de comunicación: "Soy un revolucionario comprometido con la paz de Colombia y a eso me voy a dedicar". Por tal motivo, dejó las armas de la guerrilla, dejó su identidad cómo Felipe, y decidió salir del país para prepararse política y académicamente para construir la paz en el país. Carlos participó en el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada y en la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona donde estudió procesos de paz del mundo. Se dedicó a escribir artículos y dictar conferencias sobre la necesidad de la paz en Colombia, su última participación en la Universidad Nacional de Colombia fue el pasado 25 de noviembre en un foro organizado por el Rebelde Medios Alternativos sobre la paz con el ELN. 

Hoy se encuentra privado de la libertad en las celdas de la Fiscalía ubicadas en las antigua sede del DAS. Su detención, a pesar de sorprenderlo y abrumarlo, no lo detiene en su búsqueda de la paz. En mensaje, Velandia, dijo que su detención “es parte de los costos de hacer la paz. A la paz no la detiene la captura de un exdirigente guerrillero que, en la paz, le ha cumplido al país. Mi detención no debe amedrentar a los obreros de la paz. Esto hace parte de la lucha por la paz para Colombia y sus gentes”.
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¿Quién es Carlos Arturo Velandia y quién fue Felipe Torres?



El pasado lunes 20 de junio fue detenido en el aeropuerto El Dorado Carlos Arturo Velandia, más conocido por su nombre de combatiente en el Ejército de Liberación Nacional - ELN, Felipe Torres. Carlos, oriundo de Bucaramanga, es miembro de una familia muy numerosa, tiene 13 hermanos, de los cuales el menor, fue secuestrado y desaparecido. Estudió su secundaria en un colegio histórico con mucho peso en la historia de los santandereanos, el Colegio Santander en Bucaramanga, situado al lado de la Universidad Industrial de Santander, por lo que el ambiente del movimiento estudiantil revolucionario de los 60´s lo impregnó desde muy joven. 

Fue admitido a la carrera de Medicina en la UIS y es como activista estudiantil que inicia el camino que lo llevaría a convertirse en guerrillero. Comenta él en la entrevista realizada por Jaime Jaramillo “La palabra sin rejas”, como es este paso del activismo estudiantil a formar parte del Ejército de Liberación nacional “empiezan a hacerme llegar documentos, principalmente clandestinos, hasta que llega un momento en que una persona me contacta y me plantea la vinculación, una vinculación que yo la estaba deseando. Cuando me plantearon ¿Usted quiere ser del ELN? Me emocionó, me impactó mucho, me impactó primero que me lo estuvieran proponiendo y me conmocionó la posibilidad de ser un revolucionario en las filas del ELN. Desde luego dije que sí”. 

Ingresó al ELN en los años setenta una época en que esta guerrilla se debatía en medio de una grave crisis. Acababa de pasar la catástrofe de la operación Anorí en la que muchos combatientes murieron o fueron capturados; y la precariedad de combatientes les hizo perder influencia en el territorio nacional. Para el año de 1978, tenían un poco más de 30 guerrilleros divididos en dos estructuras, uno en el oriente del país en la sierra motilona y otros en el nordeste de Antioquia y el bajo Cauca. 

Es en este trajín de recuperar y fortalecer a la insurgencia, que Carlos, ya en ese entonces asumiendo la identidad de Felipe, asumió diversas tareas en “masas”, en lo militar y otras labores. Fue por su compromiso y destreza para el análisis político que llegó a ser Miembro de la Dirección Nacional. 

El 24 de junio de 1994 fue capturado por la XIII Brigada en un establecimiento comercial del sur de la ciudad de Bogotá. El Ejército informó oficialmente que Felipe se encontraba en Bogotá trabajando en la organización de los Comandos Populares del Eln y las Milicias Populares de esa organización subversiva.

Según el diario El Tiempo, Felipe Torres era el cuarto hombre de la organización del Eln, después del cura Manuel Pérez y de Nicolás Rodríguez Bautista, Gabino, a pesar de no haber formado nunca del Comando Central, máximo órgano del ELN. Sin embargo, informaron que sí habría pertenecido a la Comisión Militar Nacional y habría liderado los Comandos Urbanos y los frentes Camilo Torres, Compañero Tomás y Compañía Anorí.

Luego de su captura, fue llevado a la cárcel La Modelo de Bogotá. Decía Carlos en la entrevista a Jaime: “llegar a la cárcel para mi significó una experiencia muy compleja, en un comienzo muy traumática, porque yo estaba más preparado en mi estructura mental para morir en combate que para caer preso”. Para el momento en el que se encuentra preso, junto con Pacho Galán, las cárceles vivían una problemática de hacinamiento –que aún perdura- bastante crítica, por lo que las revueltas y desobediencia de todos los presos se convirtió en algo común del sistema penitenciario, llegó un momento en el que habían veintiocho alzamientos en un mismo día en todas las cárceles del país, entre ellas la cárcel Modelo. Durante estas protestas de los internos, Felipe Torres, como era conocido en esa época, intermedió para lograr el acuerdo que permitiera mayor tranquilidad en la cárcel, a solicitud del entonces Ministro del Interior, Horacio Serpa. 

Estando preso en la cárcel de Itagüí, fue vocero para los acercamientos de paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y el ELN. Salió con permiso del gobierno a Suiza, Cuba y Costa Rica. El primer viaje que realizó en la labor de paz fue a Río Verde, en el oriente antioqueño, allí paso tres días y cuatro noches debatiendo sobre la Convención Nacional y su alcance programático para la construcción de una paz negociada; luego de esta labor pedagógica, él y Pacho Galán regresaron a la cárcel de Itagüí dando muestras de confianza al gobierno nacional. El segundo viaje fue a Ginebra, Suiza en donde se convocó la realización de un encuentro con el propósito de tratar la necesidad de construir un gran consenso nacional para la paz; posteriormente viaja a San José de Costa Rica con motivo de un encuentro nacional e internacional para tratar los asuntos de inclusión de la sociedad civil en el proceso de paz. Y finalmente viajó a La Habana, a la cumbre de la paz.






Luego de estas gestiones, también fue vocero del ELN para los acercamientos entre esa insurgencia y el gobierno de Uribe. En el marco de esas gestiones, el presidente Álvaro Uribe Vélez ofreció en septiembre de 2003 el indulto y la libertad a "Felipe Torres" y Pacho Galán sí entraban en un proceso de desmovilización y entrega de armas, es decir, si renunciaban al ELN. Esta propuesta fue rechazada por ambos en una carta que hicieron pública el 6 de octubre del mismo año, en ella afirmaron: "No hemos renunciado, ni renunciaremos a ningún principio de la organización, porque no nos debemos a nosotros, nos debemos a ustedes y la estrategia política del ELN”. 

No obstante, un mes después, el 8 de octubre de 2003, Felipe salió en libertad, no por un acuerdo con el gobierno sino por haber cumplido una condena de 20 años por terrorismo y rebelión. Obtuvo una reducción de pena de 32 meses por estudio, trabajo y buena conducta en la cárcel. Para recuperar la libertad, también tuvo que pagar una fianza equivalente a $309.000 de la época. 

Al salir de la cárcel de máxima de seguridad de Itagüí afirmó ante los medios de comunicación: "Soy un revolucionario comprometido con la paz de Colombia y a eso me voy a dedicar". Por tal motivo, dejó las armas de la guerrilla, dejó su identidad cómo Felipe, y decidió salir del país para prepararse política y académicamente para construir la paz en el país. Carlos participó en el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada y en la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona donde estudió procesos de paz del mundo. Se dedicó a escribir artículos y dictar conferencias sobre la necesidad de la paz en Colombia, su última participación en la Universidad Nacional de Colombia fue el pasado 25 de noviembre en un foro organizado por el Rebelde Medios Alternativos sobre la paz con el ELN. 

Hoy se encuentra privado de la libertad en las celdas de la Fiscalía ubicadas en las antigua sede del DAS. Su detención, a pesar de sorprenderlo y abrumarlo, no lo detiene en su búsqueda de la paz. En mensaje, Velandia, dijo que su detención “es parte de los costos de hacer la paz. A la paz no la detiene la captura de un exdirigente guerrillero que, en la paz, le ha cumplido al país. Mi detención no debe amedrentar a los obreros de la paz. Esto hace parte de la lucha por la paz para Colombia y sus gentes”.
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27 de junio de 2016

El Pueblo Manda. Memorias del movimiento ¡A Luchar! -Foto reportaje-

Durante día y medio cerca de 40 integrantes del movimento social y político ¡A Luchar! compartieron sus experiencias, reflexiones y críticas con las decenas de asistentes al Conservatorio-Taller El Pueblo Manda. Memorias del movimiento ¡A Luchar! realizado en la Ciudad Universitaria el viernes y sábado pasado.


Reencuentro de esperanzas









Un homenaje a la vida...







Concurrida participación a la conversación y las reflexiones









Investigadoras e investigadores que trabajan sobre  A Luchar también se dieron cita para reflexionar sobre esta experiencia histórica







La Corporación La Maria Cano, El Rebelde Medios Alternativos, La editorial La Fogata, Rebeldía Estudiantil Organizada (REO) y la Coordinadora Estudiantil Uniandina conjugaron esfuerzos con integrantes de A Luchar para darle vida a este espacio de memoria e historia.














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20 de junio de 2016

Detenido Carlos Arturo Velandia - Siguen Falsos Positivos Judiciales



‪#‎Atención‬ ‪#‎NoMásFalsosPositivosJudiciales‬ | El día de hoy en horas de la noche, fue detenido en el aeropuerto el Dorado Carlos Arturo Velandia, quizás todavía más conocido con su nombre de combate en el ELN, Felipe Torres. Fue detenido por orden de captura del Fiscal Especializado 86, por los delitos de homicidio agravado y secuestro extorsivo.
Carlos fue miembro de la dirección nacional del Ejército de Liberación Nacional y vocero político en diálogos de paz con los gobiernos de Ernesto Samper Pizano y Andrés Pastrana Arango, así como en los dos primeros años del primer mandato de Álvaro Uribe Vélez. Estuvo preso durante diez años, tras cumplir la pena se exilió siete años y dedicó este tiempo a formarse sobre sobre conflictos y paces en el mundo.
En 2014 publicó el libro ‘La paz es ahora, ¡carajo!’, y desde hace varios años es reconocido por ser un rebelde buscador de la paz, con un gran sentido humano por la vida y la dignidad de los combatientes, tanto rebeldes como soldados. Ha sido uno de los gestores del actual proceso de paz entre el ELN y el gobierno nacional.
Hacemos un llamado al gobierno nacional a que cesen los montajes judiciales y solicitamos que se respete la libertad de quien hasta ahora ha dado un ejemplo de compromiso en la construcción de paz.
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14 de junio de 2016

¿En qué consiste el Referendo por el Agro Nacional?



En 10 años en Colombia se han realizado 5 paros agrarios, dejando cientos de campesinos, afros, indígenas y mestizos heridos, encarcelados y hasta asesinados por el hecho de exigir condiciones dignas de vida y para la producción de alimentos, se estima que 7 de cada 10 toneladas de alimentos que llegan a los centros de almacenamiento y distribución en las principales ciudades son producidos por nuestros campesinos, elevando las reivindicaciones agrarias a una exigencia nacional en materia de seguridad y soberanía alimentaria.

A pesar de las constantes manifestaciones, los acuerdos establecidos entre los movimientos campesinos, agrarios, étnicos y populares, y los diferentes gobiernos de turno no han sido cumplidos en su totalidad, estableciendo mecanismos que hacen imposible el acceso diferentes recursos o políticas que van en dirección contraria a los acuerdos.

Es por esto que surge una nueva iniciativa: un Referendo por el Agro Nacional, este pretende obligar al Estado Colombiano a defender la soberanía alimentaria (protección y fomento de la pequeña, mediana y gran producción nacional en el sector agropecuario, y la protección de la biodiversidad agrícola y el trabajo que esta genera) de los tratados de libre comercio (TLC) y del capital extranjero.
  
Este referendo es promovido por Dignidad Agropecuaria y otras organizaciones agrarias, busca modificar los artículos 64, 65, 66 y 100 de la Constitución Nacional. Si llegasen a ser aprobadas estas modificaciones el Estado Colombiano se vería obligado a renegociar o terminar unilateralmente los diferentes TLC, ya que sería un mandato constitucional.

A continuación, se presentan las modificaciones que el Referendo por el Agro realizaría en los artículos de la Constitución Nacional[1]:

La Constitución Nacional en su artículo 64 establece que “Es deber del Estado debe promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra para los trabajadores agrarios”. Con el referendo se busque el Estado garantice: 1) las condiciones necesarias para que se realice la efectiva y más pertinente utilización económica de la tierra y garantizar la provisión de asistencia técnica e infraestructura, 2) mejoramiento constante de la calidad de vida en el campo mediante el acceso a seguridad social, educación y salud, y 3) la protección de la producción y el trabajo agropecuario nacional sobre la importación de alimentos, incluyendo la renegociación de los tratados de libre comercio en los asuntos agropecuarios y la prohibición de negociar o eliminar los mecanismos estatales de protección del mercado y la producción interna.
El artículo 65 establece que “La producción de alimentos gozará de la especial protección del Estado. Para tal efecto se otorgará prioridad al desarrollo integral de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, así como también a la construcción de obras de infraestructura y adecuación de tierras”, también establece que “el Estado promoverá la investigación y la transferencia de tecnología para aumentar la producción de alimentos”. Por medio del Referendo se busca modificar este artículo para determinar que el Estado deberá proteger la producción nacional de alimentos sanos y nutritivos y el trabajo nacional, así como proteger los recursos genéticos, para garantizar la soberanía alimentaria y el desarrollo económico y social del país de manera ambientalmente sostenible. Igualmente, promover una ley de protección y fortalecimiento de la agricultura familiar dirigida principalmente a las familias que producen alimentos a pequeña y mediana escala incluyendo la pesca artesanal de mar y continental.
El artículo 66 legisla en materia crediticia para el sector agropecuario. Con la reforma planteada en el Referendo, el Estado estará obligado a garantizar el acceso real y efectivo al crédito por parte de todos los sectores agrarios mediante la creación de una entidad pública bancaria nacional de fomento agrario.
El artículo 100 establece que los extranjeros gozan en Colombia de los mismos derechos civiles y políticos que se conceden a los colombianos, con ciertas restricciones y condiciones especiales. La reforma promovida por el Referendo busca establecer que 1) de este artículo no se podrá derivar un trato igual y semejante a los bienes, inversiones, servicios y capitales que provengan del exterior; y 2) la obligación del Estado a limitar la propiedad, uso y explotación de la tierra, los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales por parte de los extranjeros.




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12 de junio de 2016

La Distri sigue y el PARO crece



Si el 10 de Junio la Minga desbloqueó la panamericana por 36 horas, por el comienzo de las negociaciones entre el gobierno y la Cumbre Agraria, por los ocho puntos de incumplimiento que se posicionaron desde hace dos años en el pasado Paro agrario. ¿Por qué desde la asamblea de la UD no se podría ceder un poco, para sentarnos de una vez a negociar  entregando  “el edificio administrativo”?, lo que no significa como en la Minga que el Paro se acabe, o que no se llegue a retomar el edificio administrativo mientras no se lleguen a acuerdos con el CSU.
Esta semana ha estado marcada por esa amenaza que el CSU  ha fijado desde hace ya varios días, “mientras no se llegaran a acuerdos, el CSU el 10 de junio tomaría medidas drásticas, medidas como la suspensión o cancelación del semestre académico”. La movilización el miércoles pasado a la aduanilla de piaba (biblioteca de la universidad) ha sido una muestra del carácter represivo de las directivas de la Universidad, primero al cerrar las facultades para que no saliera movilización y segundo al tener cercada la biblioteca por el ESMAD  cuando sólo se quería llegar a otra sede de la universidad en una movilización pacífica.
Esta movilización pacífica fue dispersada por el ESMAD dejando un estudiante herido, el cual fue llevado al hospital, y cerca de 200 personas encerradas dentro de la institución, diciendo a las personas que se encontraban afuera “que si les pasaban comida se los llevaría de UPJ”, gracias a la intervención de los mecanismos de derechos humanos los estudiantes lograron salir de allí.
De esta forma nos respondió el 10 de junio el CSU, con algo que no cambiaba mucho las condiciones dadas anteriormente, el único elemento nuevo es el aplazamiento del calendario de designación de rector para el otro semestre, hablando de reglamentar el voto en blanco y generar una consulta con la comunidad universitaria, además que se hablan de que hay disposición para la culminación del semestre académico.
Pero la cosa no ha cambiado aún, la Universidad no ha ganado con el paro, pues el objetivo de este paro está enmarcado en la consolidación del nuevo estatuto, de carácter vinculante, que se viene construyendo desde hace años, que aún tiene errores, muchos la verdad,  pero   que se puede ir modificando, en donde se pretende quitar poder al corrupto CSU, que desde hace tanto tiempo ha manejado el rumbo de la universidad. De manera que nuestra lucha es por autonomía y democracia universitaria, por elecciones de rector democráticas y  por infraestructura.
Empezamos esta semana con una fase de negociaciones a partir del acto de buena voluntad con la entrega del edificio administrativo de la universidad, invitamos a comunidad Bogotana A #PararseDuro por la Universidad que necesita el Distrito,  a salir con nosotrxs en la movilización del próximo jueves por el Desmonte del ESMAD; no queda más que rendir un homenaje a nuestro Compañero Miguel Ángel Barbosa, POR QUE LOS MUEREN POR LA VIDA NO PUEDEN LLAMARSE MUERTOS.


LA MINGA SIGUE Y EL PARO CRECE






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3 de junio de 2016

Falleció estudiante de la Universidad Distrital que se encontraba en coma desde abril luego de ataque del ESMAD






El pasado 21 de abril, Miguel Ángel Barbosa, estudiante de Tecnología Mecánica de la Facultad Tecnológica de la Universidad Distrital, estaba participando de la jornada de protesta en el marco de la movilización que la comunidad universitaria de dicha institución viene adelantado durante todo este semestre. Se desarrollaba un pupitrazo cultural en rechazo a  la elección antidemocrática de rector que viene promoviendo el Consejo Superior Universitario,  contra los malos manejos administrativos, en contra del decreto 2450 de 2015 del Ministerio de Educación, que estandariza los programas de licenciaturas y en rechazo al anuncio de la administración de Enrique Peñalosa de suspender 10.000 cupos para la educación superior en el distrito.
En horas de la tarde, arribó el Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) y al parecer como lo señalan varios jóvenes presentes, sin previo aviso y sin mediar palabra, empezaron a agredir la manifestación estudiantil, luego de la confrontación se confirma la triste noticia de varios estudiantes heridos, entre los que se encontraba Miguel  Ángel, que tras recibir un impacto de proyectil en el cráneo quedó en estado de coma.

El día de hoy 3 de junio a la 1:50 am, luego de más de un mes de lucha por la vida, Miguel Ángel fallece, producto de las heridas letales propinadas por este escuadrón de la policía.  Otra víctima del accionar sistemático y desmedido del ESMAD contra los movimientos sociales y la juventud colombiana que se atreve en su rebelde terquedad a construir otro país posible.  Esta muerte se suma a las 3 producidas en junio en el marco de la Minga Agraria, Étnica y Popular por parte del mismo organismo. ¡NO MAS ESMAD! ¡EXIGIMOS GARANTIAS PARA LA MOVILIZACIÓN SOCIAL!
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2 de junio de 2016

Puede ocurrir: Paz con FARC-EP y guerra con ELN



Por:Carlos Arturo Velandia Jagua Analista en procesos de paz y ex miembro de la Dirección Nacional del ELN

La sociedad colombiana y el mundo avistan con expectación la llegada del día, no lejano, de la firma del acuerdo final del conflicto armado del Estado colombiano con la organización insurgente FARC-EP, habida cuenta del alto nivel de desarrollo y compromiso que ha alcanzado el proceso de diálogo y negociación, que se realiza en la ciudad de La Habana, y de la disponibilidad y voluntad política de las partes, para concluir las negociaciones a la mayor brevedad y así dar paso inmediato a la implementación de los acuerdos.

Transitan las partes por la recta final, en la que trabajan para poner a punto los textos de los acuerdos de fin del conflicto, relativos al cese el fuego bilateral y definitivo, los mecanismos que hagan posible implementar la verificación como la localización de las fuerzas farianas, mecanismos y garantías de seguridad para la vida y la acción política de los exinsurgentes, la refrendación de los acuerdos, las garantías y condiciones para el tránsito de la lucha política con armas a la lucha política sin armas, la implementación de los acuerdos y la puesta en marcha dejación de armas; actividades de gran complejidad pero en la que vienen trabajando desde hace más de 18 meses, con ahínco y gran voluntad política.

El clima de optimismo y confianza de las partes es evidente, al punto que se cree que en breve plazo se producirán los anuncios que el país espera: el del fin del conflicto armado.

Pero lamentablemente sobre este panorama auspicioso, se cierne la nube gris de la incertidumbre que genera el proceso con el ELN1, pues solo bastaron unos cuantos días después del anuncio en Caracas sobre la culminación de la fase secreta y del compromiso de las partes de avanzar hacia la Mesa formal en fase pública, para caer en una profunda crisis de muy difícil solución.

Si bien las partes pactaron realizar las conversaciones de paz en medio de la confrontación, como telón de fondo se registra en el país un desescalamiento del conflicto, por cuenta del cese unilateral del fuego por parte de FARC-EP, lo cual ha producido un alivio evidente en la sociedad y un cuasi “cese bilateral de facto”, habida cuenta que las Fuerzas Armadas del Estado han venido actuando recíprocamente a la disposición de la guerrilla fariana. Este desescalamiento, que ha reducido las acciones ofensivas a mínimos históricos2, es un contraste frente al escalamiento entre el ELN y las Fuerzas Armadas del Estado3, que ha elevado el nivel de confrontación a máximos históricos, abonando la antesala de la paz en Colombia con injustificadas e irracionales muertes de soldados, policías y guerrilleros; y de una carga humanitaria dolorosa sobre la sociedad por cuenta de los secuestros realizados por el ELN.

El pedido y exigencia del Gobierno al ELN4, de liberar a todos los secuestrados en su poder y suspender definitivamente la práctica del secuestro, como requisito único para instalar la Mesa de diálogos, ha sido interpretada por el ELN como un condicionante unilateral inaceptable5, por cuanto contradice el acuerdo de Caracas y la Agenda pactada, en la que presuntamente se tratará el tema de los secuestros al igual que todos los temas relacionados con el conflicto mismo; lo cual resulta equivocado porque no es posible saltar con garrocha sobre las circunstancias de dolor social generalizado frente a los secuestros, agrandado luego de los realizados a los tres periodistas en la región del Catatumbo, y la desaprobación de la sociedad frente a esta práctica, que se descarga más sobre la sociedad misma que sobre el Estado.

No hay duda alguna que los aspectos técnicos de los acuerdos deben ser respetados, pero tampoco hay la más mínima duda que son las condiciones políticas del país y de las partes, las que determinan la necesidad de mantener o no el rigor de lo que se ha acordado como marco para discutir.

Si por salvar el proceso, las partes optaran por instalar la Mesa, llegando el ELN con secuestrados a cuestas y con la posibilidad de seguir secuestrando, durante el tiempo que demoren los diálogos hasta llegar al punto N° 5 de la agenda, en la que se supone estaría ubicado el tema de los secuestros; la Mesa no soportará la presión de la sociedad, que exigirá al Gobierno proteger los derechos e intereses de la sociedad, so pena de quitarle el respaldo al proceso de paz y de que éste navegue en un mar de ilegitimidad y de oposición, que no solo provendrá de la derecha radical, sino desde todos los sectores sociales y políticos, incluida la izquierda; que sienten el hastío y repudio a una práctica que el ELN debió superar con mucha antelación. “Cuando lleguemos a una Mesa de diálogos, querremos llegar livianos” dijo en 2007 Pablo Beltrán, en el marco de los diálogos con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, pero parece que ahora pretenden llegar atiborrados de pesos y lastres, que muy seguramente no les permitirán moverse con solvencia en la Mesa misma.

Con el ánimo de contribuir a buscar salidas para ésta gran dificultad, desde diferentes ópticas de la sociedad civil se han formulado propuestas para abordar la superación de la crisis, a saber:

Propuesta de Carlos Medina Gallego: “sentarse a la mesa, con un punto previo que resuelva las inquietudes humanitarias de las partes y ambiente frente a la nación y a la opinión publica una mejor atmósfera que permita que los diálogos encuentren mayor apoyo y sintonía en la sociedad en general.”6
Propuesta de León Valencia: “el gobierno también podría pensar en una fórmula para ayudarle al ELN a salir del grave impase. Podría variar el esquema de negociación y empezar por acordar un cese bilateral de las hostilidades. La idea precisa sería dedicar un mes, solo un mes, a pactar el cese bilateral utilizando la verificación internacional acordada con las Farc. Si en ese mes no se logra el acuerdo, se hace a un lado el tema y se continúa con la agenda ya convenida con el ELN.”7

Propuesta de Carlos Arturo Velandia: “Para superar la crisis en la antesala de la Mesa en fase pública, es conveniente que tanto el Gobierno como el ELN depositen su confianza en los Países Garantes, para que ellos procedan a producir fórmulas de solución, las que podrán ser que cada parte realice acciones positivas de tal modo que cada parte entienda que su acción será útil para que la otra parte realice la propia. En el caso puntual, el ELN podría verse estimulado a liberar a los secuestrados y a proscribir definitivamente la práctica del secuestro, si el Gobierno promueve actos administrativos para aliviar la vida de los presos políticos del ELN en las cárceles del Estado. Estas medidas podrían ser: acercamiento familiar, concentración de presos del ELN en patios especiales, revisión de los procesos judiciales, excarcelaciones por razones humanitarias, u otras de ésta especie.

Finalmente, conviene advertir que mientras se mantenga vigente el Acuerdo de Caracas del 30 de Marzo, se debe mantener el diálogo entre las delegaciones de las partes, para que en trabajo de “extra-Mesa” puedan examinar la crisis y resolverla con entendimientos e intercambio de voluntades.
Para el caso se trataría de producir acciones positivas de alivio a la situación de los presos del ELN, al tiempo que el ELN produce acciones positivas de alivio a la sociedad.”8

Ahora bien, si la crisis no se resolviera, significa que el Acuerdo de Caracas queda en suspenso, en medio de una confrontación abierta entre el Estado y la insurgencia del ELN; situación que se combinaría con el hecho político y evidente de la paz con las FARC-EP, lo que configuraría un escenario de “paz con FARC-EP y guerra con ELN”; escenario que tendríamos que completar con otros dos paisajes que se añaden al panorama:

1. la crisis política e institucional de Venezuela; y
2. la oposición del partido Centro Democrático a la paz y los llamados de la extrema derecha a la resistencia civil contra la paz 9.

Esta combinación de circunstancias adversas, podría convertirse en la “crisis perfecta”, que tendría un impacto demoledor en el proceso de paz en Colombia. Veámoslo bajo la luz de los más probables supuestos:

• Los Acuerdos de la Habana se implementan en territorios donde solo están las FARC-EP y en territorios comunes existe implementación parcial o bloqueo. En estos territorios las FARC se abstendría de localizarse en territorios acotados y no habría dejación de armas.

• El movimiento fariano defiende sus territorios, acumulados políticos y sociales, al tiempo que se esfuerzan por la implementación de los acuerdos. Hay confrontación militar con desventaja para bases sociales y políticas de FARC-EP. Habría crisis humanitaria y se producirían desplazamientos de comunidades.

• El Gobierno declara terminado el conflicto armado interno y desata ofensiva generalizada contra ELN, a quien califica como fuerza terrorista y criminal.
• Las FARC-EP y el Gobierno avanzan en la implementación de los Acuerdos de paz, se efectúa la dejación física de armas por parte de FARC-EP, excepto en los territorios donde continua la guerra con el ELN; se generan mecanismos de seguridad para los dirigentes farianos y para las comunidades en sus territorios, con presencia de Fuerza Pública del Estado, y las FARC-EP se transforma en movimiento político legal e institucional, conservando la sigla FARC.

• El ELN agrupa sus fuerzas guerrilleras en 3 grandes frentes de guerra estratégicos, a saber:

1. Frente de Guerra Estratégico del Nororiente que agrupa las fuerzas del Frente de Guerra Norte (Guajira, Cesar), Frente de Guerra Nororiental (Santander, Norte de Santander), Frente de Guerra Oriental (Arauca, Boyacá, Casanare) y las del Área Darío Ramírez Castro (Nordeste Antioqueño, Bajo Cauca Antioqueño, Sur de Bolívar). Este Frente de Guerra agrupará el 70% de la fuerza global del ELN.
2. Frente de Guerra Estratégico del Suroccidente que agrupa las fuerzas del Frente de Guerra Suroccidente (Cauca, Valle y Nariño) y Frente de Guerra Occidental (Chocó y Eje Cafetero). Este Frente de Guerra agrupará el 20% de la fuerza global del ELN.
3. Frente de Guerra Estratégico Urbano que articula las fuerzas clandestinas urbanas de las ciudades de Bogotá, Medellín Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Barrancabermeja y otras ciudades menores, y los equipos logísticos y especializados. Este Frente de Guerra agrupará el 10% de la fuerza global del ELN.

• Los Frentes de Guerra Estratégicos se complementarán con Fuerzas guerrilleras, comandos y células clandestinas, localizadas en territorios de transfrontera de Venezuela y Ecuador.

• Los Frentes de Guerra Estratégicos tendrán Mando Único centralizado.

• Las Fuerzas del ELN localizadas en el interior del país migrarán al Frente de Guerra Estratégico más próximo, igualmente, estos Frentes serán nutridos por pequeños grupos e individuos inconformes o desencantados, provenientes del proceso de paz con las FARC-EP.

• El ELN implementará modalidades de guerra de guerrillas como forma fundamental, combinada con guerra de movimientos y defensa de territorios con fuerzas de Milicias Territoriales. Desarrollará la guerra revolucionaria integral con implantación y despliegue de Fuerzas de Comando Urbano en las ciudades.

• Si a la intensificación del conflicto armado en la frontera, se le suma la profunda agudización de la crisis política, e institucional en Venezuela, en la que el Gobierno de la Revolución Bolivariana y la Asamblea Nacional con mayorías antirevolucionarias chocan de frente, con el ánimo de sacar a su oponente del juego político y del poder (Referendo Revocatorio – Art.72 CN Vs. Declaración de Estado de Excepción y de Emergencia Económica – Art.337 CN)10 hasta llegar a un punto de ruptura institucional; entonces se fractura el bloque de poder sostenido desde la unidad de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivarianas, y se registrarán levantamientos sociales que darán origen a una guerra civil. En un escenario como este, las fuerzas guerrilleras localizadas a lo largo de la frontera, en la faja binacional, serán absorbidas por la situación interna venezolana. Así, de ese modo el grueso del ELN sería arrastrado a participar en la contienda del lado de los defensores de la Revolución Bolivariana. Desde sectores radicales de la revolución bolivariana dentro de la sociedad y del Estado, y principalmente desde las FANB se brindará apoyo al ELN con recursos económicos, logística y armas. Grupos armados venezolanos como las Fuerzas Bolivarianas de Liberación – FBL y los Colectivos Urbanos de defensa de la revolución como La Piedrita, los Tupamaros, Simón Bolívar, Carapaica, Alí Primera y Alexis Vive; en Caracas y otras ciudades del país, buscarán la coordinación con el ELN, en el marco de una lucha por la defensa de la revolución bolivariana.

• Por su lado, el Frente de Guerra Estratégico Suroccidental, establecerá su bastión en el Macizo Colombiano desde donde podrá irradiar sus acciones hacia los departamentos del Cauca, Valle, Chocó, Tolima, Huila, Nariño Putumayo y Caquetá.

• En la transfrontera ecuatoriana, el ELN buscará apoyos entre las viejas militancias del Alfarismo (Alfaro Vive Carajo), entre los refugiados colombianos y entre sectores sociales populares e indígenas radicales, desafectos a la “revolución ciudadana” liderada por el presidente Rafael Correa.

• El ELN entendería que hay una nueva oportunidad histórica para revitalizar las banderas de la lucha contra el imperialismo norteamericano, contra las oligarquías de la región y por la construcción del socialismo en el continente; modificará su estrategia y postulados originales, para proponer una estrategia de guerra revolucionaria trinacional, para la liberación nacional y social y la construcción del socialismo en la patria de Bolívar: la Gran Colombia.
• La guerra se regionaliza y Estados Unidos incrementa su presencia en Colombia a través de planes de cooperación y ayuda militar, así como con el fortalecimiento de bases militares en Colombia: Malambo, Apiay, Bahía Málaga y con el despliegue de la IV Flota en el Mar Caribe.

• Si el ELN logra hacerse fuerte, construye y consolida estos teatros de operaciones en los próximos tres años, puede ocurrir:
1. Que estime que tiene altas posibilidades estratégicas para la victoria de la guerra revolucionaria, en este caso continuará con el esfuerzo militar, o
2. Que estime que no tiene posibilidades estratégicas, pero que cuenta con una mejor correlación de fuerzas en el campo de batalla, en este caso buscará la solución negociada con el nuevo gobierno electo en el año 2022.

• Si el ELN es derrotado militarmente, terminará por aceptar los términos que le imponga el Gobierno.

• Si el ELN se divide, la parte mayoritaria buscará el diálogo y la negociación con el Gobierno y la parte minoritaria será derrotada por el Estado.

Un escenario que conviene advertir, lo constituye la potencial amenaza de sectores opuestos al proceso de paz que no acepten los acuerdos y decidan alzarse en armas, para confrontar al Gobierno, a quien consideran un traidor al país y a la Constitución, por “haber entregado el país a los terroristas”.
Estas fuerzas provenientes del latifundismo armado, que consideran los acuerdos de paz pactados con las FARC contrarios a sus intereses, y que se opondrán a su implementación. Con tales argumentos, soliviantados e inspirados en posiciones prohijadas desde el partido Centro Democrático, como las de la “resistencia civil”, o la “paz sin impunidad”, se constituirá un movimiento guerrillero con frentes territoriales, denominado Fuerzas Patrióticas para la Salvación Nacional – FPSN, que operará en los territorios donde el paramilitarismo históricamente ha tenido desarrollos importantes, como en regiones de las sabanas de los departamentos de Bolívar, Sucre, Magdalena, Meta, Vichada y Casanare; y las regiones del Urabá Chocoano y Antioqueño, Nordeste Antioqueño, Bajo Cauca y Sur de Bolívar. Para ello tendrían como avanzada los llamados Ejército Antirestitución, los que se articulan con BACRIM como los “Urabeños”, “Úzuga”, “Rastrojos”, “Águilas Negras” y “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, que operan en los territorios señalados.

La FPSN establecerá tres frentes de guerra: Frente de Guerra Norte, que agrupa las fuerzas de Córdoba, Magdalena, Sucre, Cesar y Guajira, Frente de Guerra Occidental, que agrupa las fuerzas de Antioquia, Chocó y Eje Cafetero, y el Frente de Guerra Oriental que agrupa las fuerzas de Meta, Vichada, y Casanare.

El alzamiento armado ejercerá presión sobre la institucionalidad local y departamental, utilizará métodos similares a los ya conocidos y desarrollados por el paramilitarismo, se enfrentará a las Fuerzas Armadas del Estado, logrará controlar algunos territorios, con la complicidad o aquiescencia de gobernabilidades locales afines, y desatará una guerra de exterminio hacia el movimiento popular y de izquierda revolucionaria surgida tras los acuerdos de paz.

Estas guerrillas de extrema derecha no buscan la toma del poder, levantarán el discurso de la unidad nacional contra el terrorismo, contra el castrochavismo, y llamarán a formar un gobierno de salvación nacional que deponga los acuerdos de paz y retorne el país bajo el amparo de la Constitución Nacional de 1991.

Unidades de la FPSN cruzarán la frontera con Venezuela para brindar apoyo a sectores armados contra la revolución Bolivariana y para establecer corredores de apoyo logístico y bélico, para su causa en Colombia.

Si este proyecto llegase a implantarse y consolidarse, luego de 5 o 6 años de operaciones, podría llamar al gobierno a diálogos, para un pacto político, a cambio de la dejación de armas.

El partido Centro Democrático y algunos medios de comunicación apoyarán a este movimiento, mediante la justificación, no lo reconocerán como propio, no asumirán responsabilidad alguna de sus acciones, pero estarán presto a oxigenarlo política e ideológicamente desde su discurso político.
Notas
1 http://www.eln-voces.com/index.php/dialogos-de-paz/agenda-de-paz/607-acuerdo-de-dialogos-para-la-paz-de-colombia-entre-el-gobierno-nacional-y-el-ejercito-de-liberacion-nacional
2 http://blog.cerac.org.co/monitor-de-desescalamiento-del-conflicto-armado-interno-actualizacion-2
3 http://abcpaz.com/wp-content/uploads/2016/03/HIP%C3%93TESIS-DE-TRABAJO-TERMINA-EL-CONFLICTO-ESTALLA-EL-POSCONFLICTO-CARLOS-ARTURO-VELANDIA-J-ABCPAZ.pdf
4 http://www.eltiempo.com/politica/gobierno/presidente-juan-manuel-santos-le-exige-al-eln-liberacion-de-secuestrados/16577929
5 http://www.eln-voces.com/index.php/dialogos-de-paz/entrevistas-delegacion-de-paz/655-la-demora-en-el-inicio-de-las-conversaciones-corre-por-cuenta-del-gobierno
6 http://carlosmedinagallego.blogspot.com.co/
7 http://www.semana.com/opinion/articulo/leon-valencia-secuestro-de-salud-hernandez-dificulta-negociaciones-de-paz-con-eln/475456
8 http://abcpaz.com/wp-content/uploads/2016/05/PROCESO_DE_PAZ-ENTRE_LA_ILUSION_Y_LA_INCERTIDUMBRE.pdf
9 http://www.alvarouribevelez.com.co/es/content/resistencia-civil-1
10 http://www.oas.org/dil/esp/Constitucion_Venezuela.pdf
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